Adrian

Tengo 31 años y padezco de dolor persistente desde hace muchos años en varias zonas. Siempre pensé que el dolor terminaría marchándose como un dolor de cabeza, pero no fue así.

He tenido una mala gestión personal por una infancia difícil. Me llegué a olvidar de mi persona, gran error por parte mía. Sin embargo, ahora lo veo todo con mucha más perspectiva y me sirvió para aprender.

Desconocía que mi cuerpo me alertaba de algo. Pensé que estaba somatizando todo. Después de ir a multitud de médicos especialistas, fisios que no me daban ninguna solución que no fuese un parche de placer en el corto plazo, tuve la suerte de contar con ayuda psicológica y de otros profesionales que me ayudaron a avanzar en muchos aspectos de mi vida.

¡Pero seguía teniendo dolor! Estaba perdido sin entender por qué a mí. ¡Por qué este dolor!

Después de escuchar tantos podcasts y leer mucho, tuve la suerte de encontrar a Álvaro.

Gracias a él hoy puedo sentirme orgulloso de estar donde estoy, de los cambios realizados en poco tiempo. El camino sigue siendo difícil, pero merece la pena.

Aún me siento frágil, pero a la vez invencible. Mi vida está empezando a tener sentido después de mucho tiempo.

Por difícil que sea, merece la pena.